Es preciso explicar al paciente la naturaleza del estudio y las razones que motivan su realización ya que puede resultar algo incómoda. Requiere esfuerzo y colaboración por parte del paciente para que resulte eficaz.
Tenemos que recoger los datos del paciente: edad, talla, peso y sexo. Colocamos al paciente sentado cómodamente, con la espalda recta y sin cruzar las piernas.
Las instrucciones debe ser detalladas para evitar la excesiva repetición de maniobras que podrían cansar al paciente. Es razonable hacer un máximo de 4 a 5 maniobras basales y otras tantas en la maniobra broncodilatadora. Es buena idea hacer una simulación de como debe ser el soplido a realizar por parte del explorador. También facilita la prueba colocar la boquilla y explicar que debe introducirla más allá de los dientes con un sellado eficaz de los labios a su alrededor para no dejar escapar el aire.
Hay que recordar también que deben retirar las prótesis dentarías si tienen riesgo de moverse y provocar un atragantamiento.
«Debe coger todo el aire que pueda, colocar la boquilla del transductor, y a mi orden comenzar a soplar lo más fuerte que pueda siguiendo con esa fuerza hasta que no quede nada de aire dentro»
Para evitar que el paciente se incline hacia delante y se ayude con ello de la presión del abdomen podemos apoyar nuestra mano en su hombro. De ese modo los datos obtenidos son más fiables.
Son muchos detalles que automatizareis con la práctica. Se me olvidaba decir que la duración de la maniobra es muy importante ya que de ella dependen la mayor parte de los parámetros analizados. La duración mínima de la maniobra de espiración debe ser de 6 segundos según las normas técnicas de la SEPAR (Sociedad Española de Patología del Aparato Respiratorio). Nosotros usamos la técnica de contar hasta 6, explicándoselo previamente al paciente, con el fin de asegurar que se llega a esa duración mínima.
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