Presentamos el caso de un paciente de 57 años remitido a nuestra consulta por un compañero del centro para realizar una espirometría en el contexto de un estudio por tos crónica. En futuras entradas trataremos del papel de las pruebas funcionales respiratorias en el diagnóstico de la causa de la tos.
Es un paciente varón que recientemente ha viajado al norte de España donde le han indicado que su tos podría tratarse de un proceso asmátiforme sin más datos. Es originario de la Europa de este y lleva viviendo en España desde hace más de 15 años. Carece de antecedentes de atopia, alergia estacional ni rinitis. Previamente no había consultado por tos salvo en procesos catarrales leves. No hay documentada en su historia clínica atención por cuadros de síbilancias o dificultad respiratoria.
Es fumador con un índice tabáquico de 15 paquetes-año y padece hipertensión arterial en tratamiento con losartan.
Seguiremos la sistemática habitual y miraremos primero las gráficas.
Curva flujo-volumen
Es una curva amplia, con ascenso rápido, pico de flujo (a) y descenso normal con cierta convexidad (b) La gráfica es muy cercana a las marcas de la referencia poblacional con las que comparamos a nuestro paciente (representadas por cuadrados). El punto (c) marca el corte en el eje de abscisas que corresponde con la capacidad vital forzada (FVC). En resumen una curva normal.
Entre las dos maniobras, la prebroncodilatadora o basal y la post, hay una pequeña diferencia. Para saber si es significativa debemos esperar al análisis de los datos.
Curva volumen-tiempo
Vemos una curva de ascenso rápido finalizando en una meseta que representa la capacidad vital forzada (FVC) alcanzada por el paciente.
Datos
Seguimos el orden que os proponemos en la interpretación de la espirometría. Por error he borrado los encabezados de las columnas. La primera empezando por la izda es la maniobra basal del paciente. La segunda la de los datos de referencia. La tercera el porcentaje de los valores obtenidos por el paciente respecto a la referencia y la cuarta los datos del paciente de la prueba
Duración. FET 100%. (1) 6,26 segundos en la primera maniobra y algo más corta en la segunda. Más de 6 segundos es perfecto para valorar todos los parámetros. Aunque la maniobra postbroncodilatación es algo más corta como no existe obstrucción ni restricción, como veremos posteriormente, nos sirve.
Índice FEV1/FVC. En nuestro paciente tenemos un valor basal de 80,67% y uno posterior de 85,87%. (2) Ambos son normales por lo que podemos descartar obstrucción.
Capacidad vital forzada. FVC. El 96% de la referencia. (3) Normal porque es superior al 80%. Descartamos restricción.
FEV1. Normal
Prueba broncodilatadora. (4) (5)De 4,08 litros a 4,09. No hay diferencia al administrar el broncodilatador. Es, por tanto, negativa. Confirmamos que las diferencias que vemos en la curva flujo-volumen no son significativas. Esto me hace comentar que nunca debemos atribuir una prueba broncodilatadora positiva por las gráficas. Siempre hay que mirar los datos. Recuerdo que una prueba positiva debe cumplir una mejoría del FEV1 de al menos 200 mL y mejorar al menos un 12%. Se que me repito pero es importante recordar que deben cumplirse las dos condiciones.
Diagnóstico.
Es una espirometría normal con buena técnica.
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