El espirómetro es un dispositivo médico que sirve para analizar la función pulmonar. Su utilidad en Atención Primaria se centra sobre todo en el estudio diagnóstico y de seguimiento de enfermedades pulmonares obstructivas, Asma y EPOC.
Nuestra misión no es hacer una descripción exhaustiva de los espirómetros y su funcionamiento interno, pero clásicamente se distinguen los volumétricos y los de sensor de flujo. Los primeros, de agua o campana, no se usan en la actualidad. Los de sensor de flujo analizan la cantidad de aire movilizada y la relacionan con el tiempo empleado.
El transductor convierte la señal recogida en un impulso eléctrico para mostrar los datos y gráficas de las pruebas en el espirómetro. Según su tecnología existen dos tipos, los neumotacógrafos y los de turbina.
En general los neumotacógrafos, fijos o desechables, son los más fiables y suelen emplearse en espirómetros no portátiles. Los transductores tipo turbina se emplean sobre todo en dispositivos portátiles y son de menor calidad.
Nosotros disponemos de tres modelos, todos de la casa Sibelmed:
-Datospir 120 con transductor desechable
-Datospir micro, portátil moderno, con transductor turbina
-Varios Datospir 70, portátiles de turbina bastante viejitos y que a duras penas siguen funcionando. Algunos con más de 12 años de servicio.
También disponemos de jeringa de calibración. Es un aparato que garantiza que el espirómetro se encuentra en correcto estado y mide sin error los volúmenes del paciente. Hablaremos en otras entradas de su importancia, como y cuándo realizar la calibración y mostraremos vídeos de su funcionamiento.
Recomendamos, siempre que sea posible, usar espirómetros conectados a un PC.
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